domingo, 1 de agosto de 2010

Coyote no abogado!

Corría el año de 2007 cuando nos enteramos que Froylan había contratado al mejor licenciado que sus dolares le pudieron conseguir, el cual cuenta con más de 10 años de amplia experiencia en asuntos civiles, penales, divorcios, asociaciones religiosas, etcétera. Nada mas y nada menos el honorable ciudadano J. Jesús Corona Jimenez...

- Que querrá decir “J.” ??
- Acaso es abreviación de Juancho, Jelipe o Juchipilo?
- No! No es abreviación de nada, ese es su primer nombre: “J”.
 - Como se pronuncia? “Gggg”? “Grrr”? “Jjjj”? “Jhhh”? Como?
- Se pronuncia como el nombre de la letra: “Jota”. Si, así: “Jota”.
 - Ahora que lo pienso, tener un nombre así seguramente provoca que hagas felices a las personas. Especialmente durante la edad escolar, supongo que era el blanco de atención de las inocentes bromas que todo adolescente le gusta gastar. Y por qué estoy contando todo esto del nombre?

Mejor volvamos al tema...

Un buen día, llegó hasta nuestros oídos un interesante rumor: “El abogado 'J' no es abogado, es coyote”. Al principio no le tomamos importancia creíamos que eso no tenia nada de extraordinario porque según lo que yo recordaba de las clases de civismo (y similares) impartidas por el profe Rivera en la prepa, “... cualquier persona te puede defender de acuerdo con la constitución”. Hasta ese punto el asunto parecía saldado; el coyote representaba tanto al tiburón(Froylan) como al pescadito que lo sigue a todas partes(Moisés) y no había nada que pudiéramos hacer al respecto...

Hubieron que pasar dos situaciones estresantes para que reconsideráramos revisitar la decisión tomada respecto del aboganster de Froylan.


Las dos gotas que derraman el vaso

El primero de ellos se suscitó en la sala de espera del Juzgado de Primera Instancia Penal... El coyote, en actitud “de divo”, intercambió varias palabras con mi hermano Hector, en el condensado de esta conversación resaltan un par de frases vertidas por el aboganster: “O me dan los nueve mil dolares o voy a meter a tu papá a la cárcel” y “Lo voy a acusar de instigador, eso no alcanza fianza” (singular primera persona). La discusión completa transcurrió frente a los sorprendidos y llorosos ojos de mi señora madre. Será el mismo Hector quien les después les relate a ustedes los detalles de lo que ocurrió en esa sala aquel día.

El segundo de los tragos amargos paso durante una de las diligencias realizadas en propiedad de mi padre... Don Fede, mientras filmaba los detalles de la diligencia, obviamente enfocaba a los presentes, entre ellos J. Jesús “chiva-flaca” Corona Jimenez. Es un hecho que mi padre arriesgaba la integridad funcional de su cámara por grabar el rostro de este personaje pues así muy fotogénico que digamos pues no es, más bien parece que el lente le trae tirria... También es más que evidente que mi padre ejercía su legítimo derecho de documentar lo que ocurría dentro de su propiedad durante esa diligencia. El punto es que mientras mi padre filmaba, “J” le obstruye la visión al lente con la mano, se acerca agresivamente a mi padre y alzando la voz le dice “Deje ya de grabarme... si me vuelve a grabar lo voy a demandar por espionaje...”


A la madre!!! Ahora si sacaste boleto.

Fue solo entonces cuando caímos en la cuenta de que algo no andaba bien, de hecho ese algo estaba muy muy mal, era hora de aprender algo nuevo, era hora de buscar, investigar y encontrar la manera de neutralizar al famoso “J”.

Para aquel entonces “J” se conducía de forma por demás altanera y manejaba un perfil bastante llamativo. Se paseaba plácidamente por el juzgado repartiendo dulces y besos entre las muchachas que trabajaban ahí; saludaba de abrazo a los demás licenciados y bromeaba con los funcionarios. Caminaba con orgullo, echaba un vistazo a las listas de acuerdos, firmaba documentos y seguía paseando sonriente; iba y venia “como perro por su casa”, entraba hasta la cocina sin que nadie pareciera percatarse del fétido olor a coyote que emanaba de él.

La primera pista nos la dio una vez mas las clases de civismo. Google nos digo donde encontrar mas información que buscábamos. Leímos y releímos el capitulo de garantías individuales de la Constitución Federal, la ley de profesiones del estado entre otras. Pasábamos de no saber nada a no entender ni madres y poco a poco a entender trozos inconexos.

Otra diligencia en propiedad de mi padre pareció acomodarnos las piezas para silenciar de una vez por todas a J. Jesús “el coyote” Corona. Ya en el ocaso de las actuaciones de aquel día, durante un intercambio "amigable" de argumentos a favor y en contra de lo asentado en el acta, mi hermano reprende con severidad al pseudo-abogado, diciendole “... Y tu te callas, que ni licenciado eres...”.

"J" se puso frío, pálido, luego rojo y azul, tocía en repetidas ocasiones, sonreía nervioso, sudaba, bueno hasta se le cayeron los chones (esto ultimo es sentido figurado eh). El ejercicio funcionó mejor de lo esperado pues permanece silente hasta el día de hoy; jamas ha vuelto a dirigirse a nosotros personalmente de forma altanera o irrespetuosa.

Silenciarlo era el objetivo inicial y se cumplió. Mas él también cumplió la amenaza de involucrar a mi padre en un delito que no cometió. Lo acusó de Despojo en modalidad instigador. Habíamos descuidado la guardia y nos dio un golpe bajo...


Operación Demolición.

En ese entonces “J” ya presentía lo que se avecinaba, dejó de acompañar al tiburón, incluso en las diligencias oficiales. Esquivaba la mirada y evadía estar presente en la misma sala que nosotros.

Reiniciamos la búsqueda y le preguntamos a “Yahoo” que hacer en casos como este. Yahoo responde, nosotros seguimos sus recomendaciones. El esfuerzo dio frutos: encontramos en la ley que varias conductas de “J” estaban tipificadas como delito.

En noviembre de 2008 solicitamos una carta de antecedentes profesionales a la Secretaría de Educación Publica a través del departamento de Profesiones del Estado de Baja California. Después de 2 formas echadas a perder, 5 visitas, como 20 llamadas telefónicas y 8 meses de espera, el departamento de profesiones por fin responde con documento oficial que confirmaba que en sus registros de cédulas profesionales no se encontraba ningún J. Jesús Corona Jimenez.


Confirmado, no es abogado!

“J” no tiene cédula y por lo tanto no la provee ni cuando uno se la pide, se ostenta públicamente como abogado y anuncia sus servicios. Ya solo hacia falta recolectar evidencia de que hubiera estado litigando en al menos un caso... Nuevamente internet ayudo bastante. Abrimos dos frentes de búsqueda: revisar el “Boletín Judicial” de arriba a abajo y consultar a la unidad de transparencia del Poder Judicial del Estado. Yo me hice cargo del primer frente, pasamos ocho meses más escudriñando la pagina del boletín judicial con muy buenos resultados; le encontramos un historial de más de cuarenta expedientes individuales, como al rededor de doscientas actuaciones en diez años de litigar sin cédula, ni título, ni carrera terminada; bueno con decir que el CENEVAL lo acaba de reprobar. Transparencia le proveyó a mi hermano suficiente evidencia adicional sobre las fechorías de “J”.

Al día de hoy (1 de agosto de 2010) no tiene cédula... Es más, no tiene título profesional y la carrera de Licenciado en Derecho recién la terminó en noviemnre de 2009 después de presentar examen en dos materias que debía desde sus tiernos años de estudiante universitario. Según me contaron, su graduación en el 2000 estuvo muy animada y elegante, si hasta fotos de él hay con toga y birrete... (oh! pero esto es secreto eh, favor de no divulgarlo pues su familia no lo sabe).

Actualmente, a “J” se le integra la averiguación previa numero 841/10/109/AP radicada en el Ministerio Publico de Ciudad Guadalupe Victoria km 43 y esta en espera de ser consignado por el delito de USURPACION DE PROFESION.

Nota final: No quiero imaginar que es lo que pasaría si Froylan se enterara de que le pagó carretillas de “verdes” a un coyote, a lo mejor se molestaría un poco son su cuñado Javier Quintero, pues fue este ultimo quien se lo recomendó por ser “la persona idónea para ese trabajo...” según sus propias palabras.

1 comentario:

El Chilakil dijo...

Vientos huracanados, mañana lo publicamos en hazme.